Según un estudio realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en España el 47% del total del consumo energético de los hogares es destinado a calefacción.
Con esta impactante cifra, es posible vislumbrar la cantidad de recursos que se destinan anualmente a la calefacción en los hogares españoles.
En vista de esto, las instituciones han intentado normalizar el sector, construyendo reglamentaciones que apunten a la mejora en la eficiencia energética, que en definitiva se trata de proteger el medio ambiente y los recursos provenientes de las energías no renovables. Es el caso de las calderas de condensación, con las que trabajamos en Calderas de Gas Natural.
Las calderas son sistemas eficaces y limpios para la calefacción de las viviendas. A través de su funcionamiento, se logra la distribución de agua caliente a radiadores y tomas de agua de baños y cocina. El agua caliente es producida instantáneamente y pasa por un circuito de tubos de manera ilimitada.
Los radiadores alimentados a través de calderas son capaces de repartir el calor de forma homogénea, así se logra un aprovechamiento más eficiente de la energía. Otra ventaja de la instalación de las calderas es que no es necesario realizar obras, los tubos pueden pasar a través de las habitaciones por orificios mínimos.
Calderas de condensación
Las calderas de condensación son un tipo de calderas estancas. A su vez, las calderas estancas son las que poseen su cámara de combustión sellada. Esto impide que los gases de la combustión puedan revertirse hacia el espacio en el que se encuentra la caldera.
Entre las calderas estancas, destacan las calderas de condensación, que son las que mayor rendimiento energético tienen. Asimismo, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) son las más bajas.
Muchas veces pequeñas acciones cotidianas pueden repercutir a gran escala. Esto significa que aunque en los usuarios del gas, la seguridad es importante, también la realización de ciertas acciones puede ser igualmente importante.
Ciertamente, si las instalaciones y los aparatos tienen un correcto mantenimiento, el ahorro en la factura del gas puede llegar hasta un 22%, según indica la Asociación Española del Gas (Sedigas).
Consejos y acciones
Resumiendo, las calderas de condensación tienen emisiones de óxido de nitrógeno hasta tres veces menores que las de carbón, y la mitad de las de gasóleo. En cuanto al monóxido de carbono, las emisiones se reducen hasta diez veces, mientras que las de dióxido de azufre desaparecen, según indica Sedigas.
Estos datos demuestran que el uso de gas natural en cualquier instalación de gas será fundamental para canalizar todo tipo de ventajas.