Seguridad en las calderas de condensación

Las calderas a gas natural son uno de los sistemas más eficaces, limpios y económicos para la calefacción de los hogares.

A través del sistema de calefacción con calderas es posible distribuir el agua caliente a los radiadores y a las tomas de agua caliente de baños y cocinas, a través de un circuito de tubos.

La eficiencia del sistema permite el suministro de agua caliente y calefacción de manera ilimitada e instantánea, además de homogénea y regulada, por eso es tan popular en su uso.

Sin embargo, hay ciertos factores que hay que cuidar para que su funcionamiento no tenga dificultades.

SEGURIDAD DE LAS CALDERAS DE CONDENSACION

Aunque el gas natural es un combustible eficiente y seguro, además de limpio, se recomienda que se haga buen uso y correcto mantenimiento de las instalaciones y todos los aparatos que se relacionen con él.

Según indican en Asociación Española del Gas (Sedigas), el responsable del buen funcionamiento de las calderas es el titular de la instalación.

Asimismo, desde esta organización recuerdan que mantener las instalaciones bajo control cumple el doble objetivo de la seguridad y la eficiencia energética.

Esto porque el correcto funcionamiento de las calderas será garantía de seguridad de las personas, pero también la eficiencia energética ayudará a conseguir un mejor aprovechamiento de la energía con menos costes.

Consejos de seguridad en las calderas de condensación

• Suscribir contrato de mantenimiento de la caldera con empresa habilitada
• Mantener la limpieza en las instalaciones de gas y no usarlas para otros fines
• Fijar en ambos extremos el tubo de entrada de gas
• Contar con ventilación suficiente y mantenerla libre de obstrucciones
• Llamar al instalador si desea modificar algo
• Avisar al servicio técnico en caso de detectar alguna anomalía
• En ausencias prolongadas, cerrar la llave de paso del gas

COMO FUNCIONAN LAS CALDERAS DE CONDENSACION

El principio que rige a las calderas es que son recipientes que trabajan bajo presión, transfiriendo el calor de manera constante para que los líquidos se calienten y cambien de estado.

Para la instalación de una caldera no hace falta hacer obras, ya que sólo debe colocarse la caldera y los radiadores en los lugares dispuestos para ello.

Luego, se deberán pasar los tubos de una habitación a la otra a través de pequeños orificios en la pared que podrán practicarse de manera disimulada.

Según su funcionamiento, las calderas de gas se clasifican en atmosféricas y estancas. Sin embargo, cualquiera que sea el tipo de caldera, los usuarios deben asegurarse de su mantenimiento a través de una empresa que se encuentre habilitada para este servicio.

Tipos de aspectos que deben chequearse en la seguridad de las calderas

Las empresas que presten el servicio a las caldera de gas deben comprobar básicamente ciertas cosas fundamentales del desempeño del artefacto:

• Comprobar que el dispositivo de control de la llama funciona de la manera correcta.
• Comprobar que el proceso de combustión se desarrolle de la manera correcta.
• Realizar la limpieza del quemador de la caldera.
• Comprobar la evacuación de los gases y productos provenientes de la combustión.
• Limpiar el circuito de evacuación de los gases.

CALDERAS POCO SEGURAS Y PROHIBIDAS

Una caldera es llamada atmosférica cuando toma el aire necesario para la combustión del gas directamente del local en donde se encuentra instalada. Por eso, es preciso que posea ciertas condiciones de ventilación.

La cámara de combustión de las calderas atmosféricas no está aislada, por eso los expertos consideran que poco conveniente si instalación.

De hecho, según indica el sitio web de Sedigas, está prohibida la instalación de las calderas atmosféricas en edificaciones nuevas y en reformas de edificaciones desde el 1 de enero de 2010.

La cámara de combustión de las calderas estancas está sellada. El sellado impide que los gases procedentes de la combustión puedan revertirse hacia el recinto en donde se encuentre instalada la caldera.

Las calderas estancas poseen un mayor rendimiento energético y bajas emisiones de óxidos de nitrógeno.