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Establecer la temperatura adecuada para una caldera depende de diversos factores.
Desde Calderas Gas Natural te explicamos cómo conseguir la temperatura ideal de tu caldera en cada caso, para garantizar confort y ahorro para tu hogar.
LA TEMPERATURA IDONEA DEL AGUA DE LAS CALDERAS: QUE ES
Cuando hablamos de la temperatura idónea del agua de la caldera, hacemos referencia a la necesidad que tiene el equipo para que funcione en óptimas condiciones, brindándonos el agua caliente y la calefacción que requerimos para nuestro hogar.
Una configuración deficiente puede afectar el correcto funcionamiento del aparato, así como producir un gasto energético innecesario.
Es importante regular bien la temperatura para adaptar el funcionamiento del quemador a las necesidades de los circuitos de calefacción y de agua caliente.
Como principio básico, la temperatura idónea de la caldera debe de ser la más baja posible, conservando el confort en la vivienda.
Además, cuanto más baja se encuentre la temperatura de la caldera, mayor será el ahorro económico.
LA TEMPERATURA IDONEA DEL AGUA DE LAS CALDERAS: COMO HACER
Para poder establecer la temperatura adecuada del agua de la caldera, es importante considerar el tipo de emisor de calor que disponemos en la vivienda y el grado de aislamiento de la vivienda.
Respecto a la temperatura aconsejable según el emisor, si tu sistema de calefacción es mediante radiadores, la temperatura óptima de la caldera debería estar entre los 60°C y 70°C.
Si tienes suelo radiante en tu vivienda, dicha temperatura puede oscilar entre los 35°C y los 45°C.
Si calientas tu vivienda mediante un sistema Fancoils, la temperatura de la caldera debería rondar entre los 50°C y los 60°C.
También es necesario regular la temperatura del agua caliente de los grifos de la caldera, que debería estar entre los 40°C y los 50°C.
Por otro lado, la pérdida de calor de la vivienda hacia el exterior, ya sea por puertas o ventanas, produce que tengamos que calentarla aún más.
Esto significa que tendremos que aumentar la temperatura de la caldera, incrementando también el consumo energético.
Es un factor a tener en cuenta, ya que, cuanto mejor sea el aislamiento de nuestro hogar, menor será el consumo que produce la caldera.
A modo de ejemplo, en enero, como suele hacer más frío, tendremos que poner la caldera a 60°C para obtener el confort necesario.
En cambio, en abril, cuando ya no sentimos tanto frío, podremos bajar la temperatura a 50°C.
También debemos de considerar el municipio en el que vivimos. La instalación de la calefacción se realiza considerando la temperatura ambiente mínima estimada de la zona.
De todos modos, esa temperatura no se da todos los días, así que podremos bajar la temperatura de la caldera cuando no estemos en ola de frío.
LA TEMPERATURA IDONEA DEL AGUA DE LAS CALDERAS: EL TERMOSTATO
Gracias a los avances de la tecnología, hoy día no tenemos que estar pendientes de subir y bajar la temperatura de la caldera cada mes.
La electrónica que disponen las calderas actuales nos permite regular la temperatura de forma automática, en función de las necesidades que tengamos.
Para optimizar el uso de la caldera, contar con un termostato modulante es una buena alternativa, ya que envía información de forma constante de la temperatura en el ambiente.
Gracias a esto, cuando se llega a la temperatura demandada en la vivienda, envía señales para que los radiadores se vayan enfriando, y no desperdicien el calor que desprenden al llegar a la temperatura deseada.
Como la información se envía constantemente, en cuanto baje un poco la temperatura, volverá a activar a los radiadores, que aún permanecerán un poco calientes.
Si buscamos aún mayor eficiencia, se puede añadir al sistema una sonda exterior de temperatura, que ofrecerá información del exterior de la vivienda.
De esta manera, la caldera programará el tiempo que tardará en llegar a la temperatura demandada con el menor consumo posible.
Si tienes algún inconveniente para conseguir la temperatura ideal en tu equipo, en Calderas Gas Natural estamos para asesorarte.
