En zonas geográficas frías donde el hielo y la nieve se hacen presentes, los conductos de la calefacción son más propensos a sufrir daños.
En Calderas Gas Natural te contamos cómo hacer frente a las heladas del invierno y qué sistema de calefacción es el más conveniente en tu caso particular.
Con la llegada del frío, es normal revisar que nuestra calefacción funcione en forma adecuada.
De todas maneras, es probable que no nos detengamos a pensar en el sistema de conductos de la calefacción del hogar.
Y estos conductos no solo juegan un rol fundamental para el buen funcionamiento de la calefacción, sino que tiene un gran impacto en el uso de la energía.
Algunos factores climáticos como la nieve suelen afectar los conductos.
En especial, si existen malas conexiones o se ha realizado una construcción inadecuada al instalarlos.
Uno de los errores más frecuentes es la instalación de conductos de tamaño inadecuado, algo que facilita su rápido deterioro.
Si tienes un sistema de central de calefacción a presión, el sistema de conductos distribuye el aire caliente desde la caldera por toda la casa y luego la devuelve al sistema.
Los conductos dañados experimentan fugas desperdiciando aire caliente.
Esto hace que el sistema de calefacción requiera de mayor energía para conservar el hogar confortable.
Mantener los conductos de la calefacción en buenas condiciones se torna fundamental para garantizar que el sistema funcione de manera más eficiente.
De esta manera, evitamos el derroche de energía.
Por otra parte, el sistema de conductos debe garantizar que solo circule aire limpio en tu hogar.
Su función es mantener la presión del aire en forma equilibrada y evitar que los gases perjudiciales de la caldera se filtren a la vivienda.
Evitar el daño de los conductos en invierno garantiza un aire saludable, limpio y seguro para el hogar.
En sitios donde la nieve se hace muy presente durante el invierno, un sistema de calefacción radiante es idóneo, rentable y energéticamente eficiente.
El sistema de calefacción radiante no solo sirve para suministrar calor a los suelos, sino también a los paneles de las paredes y los techos.
El calor se recibe directamente desde una superficie calentada.
Además, se integra fácilmente con el diseño del edificio y funcionan en forma silenciosa.
A diferencia de la calefacción por aire forzado, la calefacción radiante evita pérdidas en los conductos y el riesgo de propagación de agentes alérgenos.
Todos los sistemas de calefacción radiante funcionan particularmente bien, especialmente en sitios de condiciones climáticas adversas, ofreciendo excelentes prestaciones y niveles de comodidad.
En zonas frías donde la nieve y el hielo pueden ser un problema sobre determinados espacios, la instalación de tubos radiantes enterrados es una buena opción.
Estos tubos enterrados permiten eliminar el hielo sin la necesidad de quitar las placas por medios manuales o tener que añadir sal.
Hablamos de sistemas que mantienen las entradas de viviendas y garajes libres de hielo y nieve.
Se configuran de manera similar al suelo radiante, excepto que se instala debajo de las aceras, patios, cobertizos y entradas de vehículos.
De esta forma, se evita que permanezca el hielo en la zona donde se instaló el sistema de calentamiento.
En Calderas Gas Natural queremos que tu sistema de calefacción te brinde el mayor confort posible, evitando posibles daños en los conductos producidos por el clima adverso del invierno.
Estamos para asesorarte.