Eficiencia energética y calderas de condensación. Seguramente dos conceptos que no son fáciles de definir ni de relacionar. Pero realmente sí es posible mejorar la eficiencia energética con las calderas de condensación y aquí, en Calderas de Gas Natural, te contamos cómo.
Se puede definir como el uso eficiente de la energía. En ejemplos concretos es cuando utilizas un electrodoméstico, un aparato o haces un proceso consumiendo la menor cantidad de energía posible para realizar alguna actividad. Lo ideal es que puedas abastecerte de energías renovables.
La eficiencia energética reduce el consumo de energía; en ella sólo se utiliza lo necesario, con lo cual se protege el medio ambiente. Al usar menos energía se reducen las emisiones de CO2 que se envían a la atmósfera, favoreciendo el planeta y su conservación.
En general, la eficiencia es una práctica que optimiza los procesos productivos y el uso de la energía, empleando menos para producir más y mejor.
En resumen, el ahorro de energía se consigue de dos formas sencillas, la primera es mejorando o cambiando los hábitos de consumo y la segunda, mejorando la eficiencia de los aparatos o instalaciones y dándoles un uso adecuado.
En ese sentido, muchos estudios e investigaciones han desarrollado nuevas alternativas de ahorro de energía, se han mejorado los mecanismos tradicionales de generación o se busca el uso de energías renovables y verdes para lograr la eficiencia. Un buen ejemplo de ello son las calderas de condensación y cómo permiten el ahorro de energía.
El reemplazo de la caldera tradicional por una caldera de condensación, en especial aquellas con más de 15 años de uso, ha resultado una excelente idea como medida de ahorro y eficiencia energética.
La caldera de condensación al igual que las calderas tradicionales, tiene la finalidad de calentar agua tanto para el sistema de calefacción como para el agua caliente sanitaria, ACS. Sin embargo, las calderas de condensación son muy solicitadas en el mercado, por su eficiencia y rendimiento superior al 100%, lo que permite aprovechar al máximo el calor de los humos de la combustión.
Una vez se enfrían estos humos por debajo de la temperatura de rocío, temperatura en la cual el vapor de agua cambia de estado gaseoso a líquido, se libera energía en forma de calor, energía que al final se aprovecha para calentar el agua.
Esta energía, desaprovechada por las calderas convencionales, estima un ahorro de un 20% en el consumo de gas. Asimismo, las calderas de condensación son muy amigables con el medio ambiente, ya que los gases que emite son menos contaminantes frente a los expulsados por una caldera convencional.
Las calderas de condensación son una tecnología ecológica que ofrece eficiencia energética, ya que al producirse la condensación es posible aprovechar la energía del calor latente en el vapor de agua. Con ello se consume menos combustible para producir la misma energía. Incluso el rendimiento puede mejorar al instalar en los radiadores válvulas termostáticas.
En definitiva, desde Calderas de Gas Natural sabemos de lo que hablamos, y queremos compartirlo con nuestros clientes y lectores.