Ahorra Gas en tu Caldera, una Solución Eficaz y Eficiente - Gas Natural Calderas

Ahorra gas en tu caldera, una solución eficaz y eficiente

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Quizás estés sintiendo que ha llegado el momento de ahorrar gas en tu caldera. Y esta es una excelente decisión, puesto que en definitiva esta es una de las energías más utilizadas en España cuando de calentar las viviendas y producir agua caliente se trata.

Y es que una de las virtudes que tiene el gas, es su alto poder calorífico, y que, además cuenta con rapidez y eficiencia en su respuesta. Por lo tanto, la mejor solución es ahorrar gas con una caldera de condensación.

Las calderas de gas natural son convenientes para cualquier tipo de vivienda. Y lo mejor de todo es que aportan un gran rendimiento. Porque aprovechan parte del calor que normalmente se pierde en forma de vapor de agua, liberado en el humo que se produce por el efecto de la combustión.

Lo anterior permite que el consumo de gas sea mucho menor: estamos hablando de alrededor de 15 y 30 por ciento menos, según el uso que se le da en cada vivienda.

¿CÓMO PUEDES AHORRAR GAS CON UNA CALDERA DE CONDENSACIÓN?

Aunque bien es cierto que una de las ventajas más destacables de las calderas de condensación, es que fueron pensadas para reducir considerablemente el consumo de gas. También es muy cierto que es muy posible ajustar algunos detalles que te permitirán consumir mucho menos durante las épocas de invierno.

Así que te invitamos a que ahorres gas siguiendo uno sencillos consejos:

  • CHEQUEA QUE TU VIVIENDA CUENTE CON LOS AISLAMIENTOS TÉRMICOS CORRESPONDIENTES:

De nada sirve que tengas la mejor caldera, si tu vivienda no está reteniendo el calor necesario para mantenerse confortable. Es por esto por lo que, el suelo debe tener un aislamiento térmico de muy buena calidad.

Además, es necesario que las ventanas de tu vivienda tengan doble vidrio y un cierre hermético. Esta será una medida muy efectiva para evitar que el calor se vaya hacia el exterior de la casa.

  • REALIZA LOS MANTENIMIENTOS DE LOS RADIADORES:

Es necesario que lleves a cabo un mantenimiento, justo antes de la época de invierno. Esto se debe hacer para garantizar que tanto la calefacción como los radiadores no tengan aire en su interior, dado que esta situación es la principal causante del recalentamiento.

De igual forma, si la calefacción está demasiado alta, entonces no abras las ventanas. Mejor, deja la llave del radiador medio abierta y así evitarás que el aire se escape de la casa.

Otra acción con la que te puedes preparar, es instalando válvulas termostáticas. Esto hará posible la regulación efectiva de los radiadores y estarás utilizando la energía del hogar eficientemente.

Finalmente, te decimos que lo mejor que puedes hacer es no bloquear los radiadores, bien sea con muebles, cortinas o con algo que se hace de forma muy frecuente: secar la ropa.

  • UTILIZA UN TERMOSTATO PARA REGULAR LA CALEFACCIÓN:

Si la calefacción es individual, es muy importante que puedas regular la temperatura con un termostato. Esto te permitirá ahorrar más o menos entre 5 y 8 por ciento de energía.

Lo que puedes hacer para darle el mejor uso al termostato, es regularlo para que la casa se mantenga a una temperatura media de entre 16-18 °C durante todo el día. En la noche, mantenerla o incluso subirla a 20 °C.

  • SÁCALE EL MÁXIMO PROVECHO A LA LUZ NATURAL Y A LA VENTILACIÓN:

Cuando abres las cortinas y aprovechas la luz solar, lo que logras es iluminar y calentar la vivienda. Para ventilar el piso, abre un poco la ventana (10 minutos en la mañana, tarde y noche será suficiente). No lo hagas por más tiempo, porque esto supondrá una pérdida de calor realmente innecesaria.

¿QUÉ PASA CUÁNDO AHORRAS GAS?

Ya sabemos que el primer paso para ahorrar gas es poseer una caldera de condensación. Estamos hablando del 30 por ciento de ahorro que se verá reflejado en tu factura.

Pero tomar las medidas correctivas y preventivas necesarias que te acabamos de compartir, serán clave para percibir una mejor eficiencia energética. De esta forma, mantendrás tu vivienda con una temperatura homogénea con menos consumo de gas.

En conclusión, tener este tipo de caldera es una inversión que a corto plazo supone una gran cantidad de ventajas, entre ellas, la más destacada es esta, un menor pago de tu factura.